domingo, enero 06, 2019

Heartbroken...

Hoy decidí regresar a esto, solo para ver si las cosas se vuelven un poquito más sencillas cada día. Creo que esta vez sí es la definitiva, si yo no hago nada por resolverlo, hasta aquí habremos llegado, a pesar de las circunstancias dejaré ir al que potencialmente considero el amor de mi vida.

Llevamos ya casi 1 mes sin hablar, o bien, donde yo hablo y mando mensajes y no recibo respuestas. Y cuando recibo la respuesta regularmente es algo que me lastima. Todos los días tengo dudas, donde no sé si lo haces para lastimarme a propósito, por que estás dolido o por que quieres que me aleje y no encuentras otra manera por que a ti también te cuesta trabajo alejarte, alejarnos.

Ayer me mandaste un mensaje que me hirió mucho, en esos ratos quiero contestarte y decirte que te vayas a la chingada, tú y toda tu situación, la que he aguantado por 2 años. Luego me quedo pensando y me duele todo y me quedo callada. Me quedo callada por que en el fondo, aunque me duele lo que haces, no quiero perderte y me aguanto el dolor y el coraje y lloro sola, en mi cuarto, sin ganas de hacer nada más que llorar hasta dormirme para que tal vez despierte y las cosas se hayan arreglado, obviamente eso no pasa.

A ratos quisiera decirte que no te conozco. La persona que tengo en frente mío no es la persona de la que me enamoré ni es la persona que me amaba.  A quien yo conocí hace 2 años, quien sí me amaba me trataba como princesa, pero no solo me hacía sentir valiosa por mi físico (y no que esté yo muy buena) sino me hacía sentir valiosa por lo que soy, por mi manera de pensar, por mi inteligencia. Veía valor en mis habilidades al trabajar, al convivir con otros, al cumplir con mis responsabilidades. Me hacía sentir la más importante porque me dedicaba tiempo, buscaba la manera de pasar momentos conmigo a pesar de otras cosas. Quién está en frente de mí hoy no es esa persona, es alguien egoísta, alguien que me habla mal, me deja sola, me cuestiona, me critica y me juzga. Alguien que solo piensa en sí mismo, cosa que antes no pasaba, la persona que me amaba antes era capaz de detenerse para ayudar a otros, hoy no lo haría. Al que yo conocí, era alguien responsable y ético en su manera de trabajar, el que veo hoy, busca las maneras en que todo sea a su favor, cumple con su trabajo apenas y solo da un extra si esto le sirve para algo, cuando le es conveniente se va temprano, cuando no, no.

No sé en qué momento te perdí, o si tú te perdiste por tu cuenta. Cuándo decidiste convertirte en todo esto y en qué momento yo acepté este trato. Parte de todo es mi culpa, por permitirlo; debí darme la vuelta e irme al primer indicio que diste de maltrato, y no me refiero a cuando hacías cosas para ver si así me iba, sino a cuando las hiciste simplemente por herirme, cuando me empujaste en tu carro, cuando me hablaste como si fuera una cualquiera, cuando me trataste como algo menos de lo que soy, ahí debí dejarte. 

Lo bueno y lo malo es que me enamoré, y como varios me han dicho, cuando yo amo a alguien doy todo, sin pensar, sin detenerme. Doy cuantas oportunidades sean necesarias, el problema es que a pesar de pensar que muchas cosas no eran justas, yo estaba aquí. No es justo que me pidas una fidelidad que tú no eres capaz de dar, no porque no pueda hacerlo, eso es lo peor, lo hago, te soy fiel hasta el límite cuando no debería y aun así soy juzgada por que ante tus ojos, yo te engaño, pero entonces volteamos a ver tu situación, aunque me digas que no tienes relaciones con ella, vives con ella, duermes con ella, tienes tu vida con ella, pero la que termina siendo juzgada soy yo.

He vivido 2 años despidiéndome todas las noches, sabiendo que vas a tu casa a estar con ella, sin saber qué pasa cuando llegas y nunca te he bloqueado ni dejado de hablar por ello, yo me tomo 1 semana de vacaciones y entonces cortas todo, a la mala, sin hablar y haciéndome sentir culpable. Y lo más chistoso, es que aun mientras escribo todo esto, sabiendo todo lo que haces y hemos pasado, aun quiero estar contigo y te extraño. 

Extraño todo de ti, el hablar contigo, el contarnos todo, el que seas el único que me entiende y que hasta hace poco, creía que eres el único que me acepta como soy, con quien puedo hablar de lo que sea, cuando sea. Reírnos juntos de las mismas tonterías que nos pasan, de lo que hacemos en el día, compartir nuestro trabajo, ser un equipo. Además de que éramos pareja, eres mi mejor amigo y nadie puede ocupar tu lugar, ni siquiera estar cerca de lo que tú significas para mi, lo más triste es que otros puedan verlo pero tú no. Quiero compartir todo contigo, lo bueno, lo malo, los logros de ambos, todo. El problema es que tú no quieres eso y yo tampoco voy a obligarte, no es así como quiero las cosas ni como las he querido, quiero que estés aquí por voluntad propia.

Por lo pronto no me queda de otra, más que acostumbrarme a tu ausencia.

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